Me sirvo una copa de sangre fresca
Y veo flotar mis propias cenizas
Me sirvo una copa de sangre fresca
Y veo flotar mis propias cenizas
He escrito mi nombre en los muros blancos
Dentro de esta adyacente soledad
Pasa la lluvia y borra
Toda memoria de mi existencia
Para hacerme navegar sobre los adoquines
De esta ciudad
Me he manchado mi sangre de lágrimas
Gritando: perdón, por qué, por Dios
¿No hay piedad para la fatiga de vivir?
Se me cansan las palabras, desaparecen los días
Y la noche se vuelve una y eterna
Como tú y yo, una y eterna
Mientras brota agua de pantano cuando hundo la Gillette
Y mancho estas hojas blancas
De palabras necias y reacias a la obligación de vivir
Si llegar es tan fácil, ¿Por qué me es tan difícil partir?
Me paré desnuda frente al mar
De puro sufrimiento
Ya vivir es una agonía muy extensa
Si caen estrellas del cielo
¿Por qué no devolver las algas al mar?
Si crecen flores de la tierra
¿Por qué no enterrar algunos de sus pétalos?
Quizás la vida se llene un poco más de vida
La muerte un poco más de muerte
Y yo un poco más de cielo
Tal vez las palabras indefinidas corren
Y yo habito en los espacios en blanco
Quizás vivo extrañando recuerdos que nunca recordaré
Momentos que nunca viví
Y sueños que no son míos
Me hago parte de las estrellas
Y la noche es parte de mi día
Y yo amo, y me aman, y siempre amaré
Pero no hay nada que me devuelva la sangre a las venas
Ni nada que me seque las lágrimas del corazón
El 18 de octubre del 2019 en Chile se vivió un día trascendental en la Historia política de nuestro país. Tras una serie de acumulaciones históricas desde la dictadura, se vivieron días de fervorosa rebelión, abominable represión policíaca y fuerza y resistencia de la clase trabajadora en contra de la burguesía y la élite dominante de nuestro país. Sin embargo, hoy 23 de noviembre del 2021 se ven pocos rastros, sino como pisadas elevadas por el viento de aquellos días de rebeldía y unión del pueblo chileno que exigía con fuerza y de pie sus derechos. Hoy los vemos nuevamente cabizbajos, mirándose los pies y no a los ojos, movilizándose en las odiadas estaciones de metro utilizadas como centros de tortura y montajes por parte del gobierno. La fiereza de esos días de primavera se distancia bastante de los paisajes de cacerolazos, banderas mapuches y cánticos de aquellas primaverales tardes del 2019. A pesar de estar insertos en un proceso constitucional y ad portas de la segunda vuelta presidencial donde se escogerá al próximo presidente de Chile, el ánimo político de los chilenos está alicaído y decepcionado, a pesar de la militarización del Wallmapu se escucha un enorme silencio tras las paredes de nuestras casa, casi como si la empatía ahora se trasformara en una especie de placer por el dolor de los demás o una indiferencia total. Chile, un país en que los chilenos nunca toman partido. Volvemos al tiempo anterior al anhelado octubre para quienes creemos que el calor de las barricadas jamás se apagará de nuestros rebeldes y ácratas corazones. La esperanza, el espíritu de lucha y la admiración a los protectores del pueblo que brotaba la mañana del 19 parece haber quedado como una memoria extraña perdida en los recuerdos de cada uno de los individuos del pueblo que despertó con aroma a barricada.
Cuando la noche deja de ser noche
Se muda en mi cuerpo la noche eterna
Se astillan en mi piel las estrellas circundantes
Con innumerables lágrimas de sangre
Que tiñen mis dedos
Busco a tientas un farol que me ilumine
En el espanto del estar despierta, cuando hay luz
¿Tenía que ser tan larga la agonía de vivir?
El amor que cae frente a mis ojos
Frente a mis ojos se suicida
Tragando a bocanadas el gélido vapor que emana mi corazón
Cada suspiro en concordancia
Con el eco de unos latidos distantes
Con el eco de unos latidos cercanos
Solo espero que no te congeles con la torpeza de mis palabras
Solo espero que comprendas que yo
Que tú no eres, que soy yo, pero que no quiero
Que nunca quiero pero que siempre soy
Y que espero que siempre estés
Como una pastilla caíste del cielo directo a mi paladar
Y te saboreo
Lloro porque te extraño mientras tocas mi mano
Lloro porque no entiendo por qué te amo
Y yo nunca había amado
O sea, de amar he amado, como se
En esta noche estás muda
O es la noche la muda
Eres la luz perdida en el cielo de mis ojos
Luz de luciérnaga
Y vuelas por mi mirada como para que no te olvide
Mas no hay olvido si te añoro.
Respiro distinto
Haces falta en mi aire
Las sábanas más frías
Haces falta en mi piel
Hoy no arde, y me gusta cuando incendia.
Solo cuando estás cerca quema.