Me he manchado mi sangre de lágrimas
Gritando: perdón, por qué, por Dios
¿No hay piedad para la fatiga de vivir?
Se me cansan las palabras, desaparecen los días
Y la noche se vuelve una y eterna
Como tú y yo, una y eterna
Mientras brota agua de pantano cuando hundo la Gillette
Y mancho estas hojas blancas
De palabras necias y reacias a la obligación de vivir
Si llegar es tan fácil, ¿Por qué me es tan difícil partir?
Me paré desnuda frente al mar
De puro sufrimiento
Ya vivir es una agonía muy extensa
Si caen estrellas del cielo
¿Por qué no devolver las algas al mar?
Si crecen flores de la tierra
¿Por qué no enterrar algunos de sus pétalos?
Quizás la vida se llene un poco más de vida
La muerte un poco más de muerte
Y yo un poco más de cielo
Tal vez las palabras indefinidas corren
Y yo habito en los espacios en blanco
Quizás vivo extrañando recuerdos que nunca recordaré
Momentos que nunca viví
Y sueños que no son míos
Me hago parte de las estrellas
Y la noche es parte de mi día
Y yo amo, y me aman, y siempre amaré
Pero no hay nada que me devuelva la sangre a las venas
Ni nada que me seque las lágrimas del corazón